Guantánamo: más abusos al descubierto - Barahoneros

lunes, 25 de abril de 2011

Guantánamo: más abusos al descubierto


Según Wikileaks, 160 personas estuvieron retenidas varios años pese a que no suponían peligro para EEUU ni tenían vínculos con Al Qaeda.

Agentes de los servicios de inteligencia de países como Arabia Saudí o Rusia viajaron a la prisión estadounidense de Guantánamo para interrogar a presos, según la información que publican varios diarios, entre ellos The New York Times o El País en base a documentos de Wikileaks.

Desde que en 2002 el entonces presidente estadounidense George W. Bush creara la prisión en la base del país en Cuba, al margen de la legislación internacional, también otros países como China, Tayikistán, Yemen, Jordania, Kuwait, Argelia o Túnez enviaron a agentes al lugar para interrogar a los internos e intentar conseguir información.

A través de Wikileaks, los medios tuvieron acceso a fichas militares secretas de más de 700 presos de los casi 800 que pasaron por la prisión, en la que siguen recluidas unas 170 personas. En documentos del Departamento de Defensa estadounidense fechados entre 2002 y 2009 también se describe cómo los internos amenazaban a los interrogadores con matarlos, beber su sangre o decapitarlos.

Unas 160 personas estuvieron retenidas durante años en Guantánamo pese a que en sus fichas constaba que no suponían peligro para Estados Unidos, según El País. Entre ellos hubo ancianos con demencia senil, enfermos psiquiátricos graves y adolescentes, así como maestros de escuela o granjeros que carecían de vínculos con el terrorismo y que fueron mezclados con terroristas responsables del 11-S, indicó el rotativo español.

El campo de detención en Cuba se utilizó principalmente para obtener información mediante interrogatorios. Según El País, los expedientes de los presos no indican qué métodos son los utilizados para lograr el objetivo. “La palabra tortura apenas aparece en los casi ochocientos documentos”, indica el rotativo.

Estados Unidos ha condenado la publicación de estas filtraciones por tratarse de “información altamente sensible” y aseguró que gran parte de esa información no representa “el punto de vista actual del gobierno”.