Se trata de un pequeño pueblecito en Holanda en el que cada vivienda cuenta con dos y hasta tres Ferraris aparcados en la puerta del garaje.No sabemos si esconderán algún “cavallino rampante” más en su interior o es que quien goza del privilegio de poseer uno de estos deportivos no es capaz de encerrarlo entre cuatro paredes sino que tiene que hacer ostentación de su propiedad.
Esta urbanización de chalets saltó a la fama recientemente gracias a un vídeo publicado en internet en el que se pueden ver más Ferraris que en cualquier museo dedicado a la marca, con modelos de todos los tiempos, desde un flamante 599GTB, pasando por un 308 o el mítico Testarrosa.
Quizá lo más sorprendente es ver tamaña reunión de Ferraris en un barrio tan impersonal y descuidado, ya que la imagen no corresponde a las flamantes mansiones que uno esperaría que poseyera el que se puede permitir comprar y mantener cualquiera de estas leyendas de la automoción.