SAN JOSÉ DE OCOA.- Este ayer comenzaron a llegar equipos pesados a San José de Ocoa para trabajar en puentes, calles y caminos vecinales que fueron destruidos por el huracán Irene.
Mientras que en las comunidades aisladas 341 viviendas permanecen anegadas. El aislamiento es total y la ayuda es llevada por aire y por tierra se realiza con dificultades.
El drama humano es desgarrador. Cientos de viviendas destruidas y muy poco que resguardar.
Con pocos recursos económicos y cuatro hijos discapacitados, Altagracia Batista intenta reponerse.
El desbordamiento del río Ocoa junto a arroyos y cañadas ha convertido algunas zonas en inhabitables, a tal punto que el tránsito es caótico.
Mientras que los agricultores buscan mecanismos para salvar sus productos.
Los ocoeños están conscientes de que sus penurias se deben a la deficiente inversión de infraestructura vial.
Desde este viernes decenas de maquinarias pesadas trabajan en puentes y carreteras para restablecer la comunicación.