Pese a que forma parte del área protegida conocida como Parque Nacional Jaragua y estar considerada por la UNESCO como la única reserva de la biosfera en la isla de Santo Domingo, Bahía de las Águilas cuenta con más de una propuesta que busca modificar su estructura de zona boscosa y playa, con el pretexto de construir en ella proyectos hoteleros que incidan en el desarrollo económico de la región sur.
La más reciente de estas propuestas es la del grupo francés Magador, que pretende construir un circuito de cuatro hoteles ecológicos, de 60 y 70 habitaciones a un monto de 600 millones de dólares. Este proyecto que según los promotores podría generar unos cinco mil empleos directos e indirectos, ya tiene el visto bueno del Gobierno, porque, de acuerdo con las palabras del presidente Fernández, "cuenta con un plan maestro y tiene elaborado un estudio de impacto ambiental".
Sin embargo, la Secretaría de Estado de Medio Ambiente, entidad estatal que establece los criterios de evaluación de impactos ecológicos, no dispone de estudios en ese sentido. La lucha ambiental se desató y la Coalición para la Defensa de las Áreas Protegidas, no esperará a ver los resultados de ese estudio y ya expresó su rechazo público al proyecto. También la Unesco demandó la participación de la comunidad internacional en cualquier intervención que se haga en el Parque Jaragua.
A través de su representante para América Latina y el Caribe, Herman Van Hooff, quien visitó recientemente el país, la Unesco advierte que las autoridades dominicanas deben tomar en cuenta las razones que motivaron a reconocer a Bahía de las Águilas como Reserva de la Biosfera Mundial.
De su parte, la Coalición alega que el de Bahía de las Águilas es un ecosistema frágil cuya conservación y uso público demanda de visión de futuro.
Indica además que al permitir edificación de hoteles en la playa, se perdería el reconocimiento internacional de que goza. Uno de los argumentos más recientes que presentó la Coalición se refiere a las recomendaciones que hace el consultor Francesc Giro, delegado por la Organización Mundial del Turismo (OMT) para evaluar la situación ambiental del Parque Nacional Jaragua, a requerimiento del Secretario de Turismo Félix Jiménez (Felucho), uno de los principales funcionarios promotores de la explotación turística de Bahía de las Águilas.
En su informe, Giro plantea que "el Parque Nacional Jaragua y en concreto Bahía de las Águilas, es un área Protegida extremadamente frágil que no puede albergar ni hoteles ni desarrollos inmobiliarios de ningún tipo. Sin ningún lugar a dudas, esto tendría un elevado impacto sobre el ecosistema y constituiría un precedente extremadamente peligroso".
El consultor sugiere, en cambio, la pertinencia de desarrollar pequeños hoteles de bajo impacto en el entorno inmediato de la playa, como es la zona de Cabo Rojo, los cuales podrían estar integrados en los humedales y manglares existentes. Indica que en las playas del parque, como Bahía de las Águilas, podrá tener sentido únicamente la construcción de una mínima infraestructura que proporcione baños a los visitantes, que garantice la recogida de basura y el mantenimiento de la limpieza en la playa, todo esto con el previo estudio de impacto ambiental, y con un diseño integrado al entorno.
Pero Felucho Jiménez parece no desistir de sus propósitos. Durante el primer gobierno de Fernández, el funcionario ocupaba el mismo cargo que ocupa en la actualidad Francisco Javier García, promovió en Francia, en marzo de 1997, un proyecto turístico para Bahía de Las Águilas. El mismo incluía la construcción de infraestructuras en la zona contigua de Cabo Rojo, incluyendo una ampliación del aeropuerto, la construcción de hoteles y la readecuación del muelle para recibir barcos y cruceros, así como el establecimiento de un puerto turístico.
También el ex presidente Hipólito Mejía hizo lo mismo y vendió un proyecto similar en España, durante una visita que hizo el ex gobernante a Santa Cruz de Tenerife, en las islas Canarias.
La propuesta de la Coalición
La Coalición para la Defensa de las Áreas Protegidas dice no estar opuesta al progreso de la zona sur y por ello creó desde el año 2004, una Propuesta Técnica para el Desarrollo de Bahía de las Águilas. El Documento, denominado como "La Ciudad Turística de Bahía de las Águilas", y que retomaron nueva vez a raíz de las aspiraciones de los inversionistas franceses, promueve un desarrollo armónico donde las actividades económicas se compatibilicen con el respeto al medio ambiente.
Esta ciudad estaría en la llanura existente entre Cabo Rojo y la Cueva de Abajo, la cual se extiende paralela al farallón occidental del Parque Nacional Jaragua hasta unirse a la vía que une a Oviedo y Pedernales. En esta llanura de aproximadamente 20 millones de metros cuadrados, con variaciones de 1.8 a 2.5 kilómetros de ancho por 9 u 11 de largo, se puede construir cualquier estructura, de acuerdo a lo plantean el grupo.
Esta propuesta también es apoyada por la Sociedad Ecológica del Cibao, entidad que cuestiona y considera indignante la forma en cómo algunos sectores han respaldado el plan de explotación de la zona protegida y acusan a los ambientalistas de defender los intereses de hoteleros de otras regiones.
CARACTERÍSTICAS DE LA PLAYA
Bahía de las Águilas tiene una extensión de unos siete kilómetros de playas con arena blanca, que van desde Punta Chimanché hasta Punta Águila en dirección norte, en la provincia de Pedernales. El litoral frente a esta playa es de material arenoso donde proliferan praderas marinas. Consta de ensenadas rocosas constituidas en su extremo sur por un alcantilado de un kilómetro de longitud que se extiende hasta la llamada Punta de Chimanché.
Tiene además cuevas y abrigos rocosos producidos por la acción erosiva de las aguas del mar. Bahía de las Águilas es uno de los sitios más importante para la reproducción de tortugas verdes, carey y otras especies endémicas del país.
Su vegetación se caracteriza por plantas endémicas únicas en el país como es el Macaco o Guano, la Canelilla y otras especies de reproducción lenta.
