Prince Fielder es el corazón y el alma de los Cerveceros de Milwaukee, un jonronero gregario que trata de ocultar su circunferencia debajo de un uniforme holgado y con los pantalones tapándole las zapatillas de béisbol. Su físico redondo y su barba tupida proyectan una fuerza enorme, pero disfrazan el arte que produce con su bate de 34 onzas, modelo C271 Louisville. El jardinero ha bateado promedio de .298 con 28 jonrones y una marca líder de liga en carreras impulsadas de 100. Pero también ha cobrado más bases por bolas que ponches, y desparrama sencillos y dobles por todo el campo. Es como el Tony Gwynn de esta generación de patatas fritas, sólo que manda la bola a más de 400 pies con regularidad. También es uno de los candidatos principales al premio de JMV de la Liga Nacional, especialmente desde que los Cerveceros se han separado en la División Central con una racha de 24-4 (antes del partido del miércoles) que los dejó a 10 partidos delante de los Cardenales. Durante esos 28 partidos, Fielder bateó promedio de .350, con seis jonrones, 27 carreras impulsadas, realizó algunas de sus celebraciones de jonrones de marca registrada y cargó con el peso de una franquicia que nunca ha ganado la Serie Mundial sobre su amplia espalda.
Por supuesto, también está a punto de convertirse en un jugador muy, muy rico, al entrar en la agencia libre en el receso de temporada. Los Cerveceros ya han firmado a Ryan Braun con una extensión megamillonaria hasta el 2020. Rickie Weeks ganará $34 millones hasta el 2014. Corey Hart ganará más de $19 millones durante las dos próximas temporadas. Zack Greinke está fichado por $13,5 millones en 2012 y el salario de Yovani Gallardo se incrementará a $ 11,5 millones en 2014. En otras palabras, los Cerveceros no pueden darse el lujo de conservar a Fielder. Es la nube gris que todo el tiempo acecha en la distancia sobre la temporada fabulosa de Milwaukee.
Mientras tanto, los Cardenales se desvanecieron a pesar de contar con su superestrella residente y agente libre inminente. Albert Pujols, inusualmente, ha tenido dificultades durante dos meses, al batear.245 en abril y .288 con sólo dos jonrones en mayo. ¿La presión lo ha estado afectando? ¿Escondía una lesión? ¿Su nivel al bate ha bajado? Nadie lo podía entender. Nunca había atravesado una mala racha de estas características. Sin embargo, desde el 1 de junio ha bateado promedio de .309 con 22 jonrones en 59 partidos a pesar de una breve estadía en la lista de lesionados con un brazo fracturado. Aunque está en peligro de no llegar a batear para .300 o empujar 100 carreras por primera vez en una campaña, su reputación como el mejor bateador y jugador de las mayores parece estar recuperada.
De hecho, está a punto de convertirse en una persona muy, muy adinerada, y tal vez hasta desafíe la extensión de $275 millones que los Yankees firmaron con Alex Rodríguez antes de la temporada 2008.
Habrá una gran presión para que ambos equipos firmen a su primera base. Los Cachorros necesitan un primera base, y tal vez tienen la voluntad de pagar, y además quizás tienen el deseo de pinchar un rival de la división. Otros equipos, sin duda, saltarán en medio de la refriega. La pregunta: ¿Con cuál de ellos dos te quedarías? Esta no es realmente una cuestión de quién es el mejor, mientras que Fielder lleva la mejor temporada en el plato, creo que mucha gente está de acuerdo en que Pujols todavía es un jugador superior, con más valor en el campo y en las bases. Sin embargo, también es cuatro años mayor que Fielder, por lo que se convierte en una inversión de riesgo. ¿Te gusta Fielder por menos dinero, a punto de cumplir 28 años y con la preocupación de su sobrepeso? ¿O te gusta Pujols, a punto de cumplir 32 años y en el peor año de su carrera?
Para Pujols, hice un estudio rápido mediante el examen de los 13 mejores bateadores desde la Segunda Guerra Mundial hasta los 31 años de edad, sobre la base del porcentaje de slugging, más porcentaje de embasamiento ajustado de Baseball-Reference.com. La lista (en orden de mejores porcentajes hacia abajo): Ted Williams, Mickey Mantle, Stan Musial, Frank Thomas, Dick Allen, Barry Bonds (en la temporada de 1996, por cierto), Jeff Bagwell, Willie Mays, Willie McCovey, Hank Aaron, Manny Ramírez, Mike Piazza y Frank Robinson. Obviamente, son pocos los bateadores comparables con Pujols (que ocuparía el cuarto lugar en la lista), pero al menos podemos ver cómo les fue a estos grandes bateadores con el paso del tiempo.
A los 31 años de edad, el grupo en conjunto promedió 142 carreras creadas por cada 162 partidos jugados. Desde la edad de 32 a 39 (que sería la duración del contrato de ocho años de Pujols), alcanzaron un promedio de 125 carreras creadas por cada 162 partidos. Puede que 17 carreras no parezcan demasiadas, pero hay un detalle. Los miembros del grupo no jugaron tantos partidos a medida que envejecían. De 24 a 31 años, promediaron 143 partidos por temporada. De los 32 a los 39 años, promediaron 125, pero que no incluye el hecho de que Allen se retiró a los 35 años, Mantle a los 36 y Bagwell a los 37.
Esto no significa que Pujols se desvanecerá. Mays y Aaron jugaron muy bien durante años (el porcentaje de slugging, más porcentaje de embasamiento de Mays se redujo de 159 hasta los 31 años, a 155 de los 32 a los 39 años. El porcentaje de slugging, más porcentaje de embasamiento de Aaron en realidad aumentó de 157 a 162). Williams se mantuvo como un bateador increíble. Bonds, por supuesto, mejoró, pero tal vez no sea la mejor comparación. Cabe señalar, sin embargo, que los cuatro primeras bases en la lista -- Thomas, Allen, Bagwell y McCovey -- declinaron o tuvieron algún problema de lesión.
Quizás la comparación más interesante es el contemporáneo de Pujols, Alex Rodríguez. También estaba a punto de cumplir 32 años cuando optó por dar de baja su contrato tras la temporada 2007. Rodríguez venía de siete temporadas consecutivas de jugar sobre 154, y conectó 54 jonrones y ganó el premio al Jugador Más Valioso en 2007. Los Yankees le dieron un contrato por 10 años con un promedio de $27,5 millones por temporada. Si Pujols recibe eso en ocho temporadas, estamos hablando de $220 millones. A-Rod, aparte de la buena salud de la que ha gozado, no ha jugado en 131 partidos en las últimas cuatro temporadas.
Fielder es un poco más difícil de evaluar, pues no hay muchos jugadores de 5´11" y 275 libras realmente buenos para compararlo. No hay una buena base de datos que enumere los pesos exactos -- Cecil Fielder, padre de Price, figura con 230 libras, lo que hace que te preguntes cuánto pesaba cuando prendía la balanza. Así que he elegido a 10 bateadores que eran buenos y también... bueno, de gran tamaño. O que se ensancharon con el paso del tiempo.
De todos modos, los 10 bateadores son: Mo Vaughn, Boog Powell, Kevin Mitchell, Cecil Fielder, Kent Hrbek, John Mayberry Sr., David Ortiz, Dave Parker, Greg Luzinski y George Scott. Desde los 25 hasta los 27 años, esos jugadores promediaron 96 carreras creadas cada temporada, de los 28 a los 34, promediaron 76 -- y ese número contó con un gran impulso de Ortiz, cuya primera temporada con los Medias Rojas fua a los 27 años.
Vaughn es el jugador más citado al mirar el futuro de Fielder, al recordar sus problemas de salud con los Angelinos y los Mets. Pero Vaughn tenía 31 años cuando salió de Boston y parte de su declive en sus primeros dos años en Anaheim fue atribuido a su salida de Fenway Park, donde Vaughn había dominado el golpe hacia la banda contraria para sacar provecho del Monstruo Verde. Sus lesiones frecuentes no lo afectaron hasta que se perdió la temporada de 2001 a los 33 años.
Powell fue otro jugador enorme. Ganó un premio al JMV con 28 años, pero tuvo un promedio de slugging de .500 una sola vez después de cumplir los 29. El padre de Prince tuvo sus dos mejores temporadas a los 26 y 27 años. Su última temporada de 30 jonrones fue a los 32 años.
Al final, si investigas los precedentes históricos, ambos jugadores vienen con un enorme riesgo. Fielder ha sido uno de los jugadores más consistentes en el béisbol y me gustaría sumarlo con un contrato de cinco años. Sin embargo, siete u ocho temporadas parecen inversión riesgosa que da miedo. Se puede hacer el mismo argumento con Pujols.
Entonces, por último, la pregunta es la siguiente: ¿Quién morderá el anzuelo? Porque sabemos que alguien lo hará.
