Tras un encuentro en el que el presidente Leonel Fernández reaccionó molesto por la afirmación de empresarios de que el gas natural vehicular no es rentable, el mandatario se comprometió a reunirse con los inversionistas del sector cada 15 días para verificar cómo marcha el proyecto.
A pocos minutos de iniciada la reunión, el expresidente de la Asociación Nacional de Detallistas de Gasolina, Ignacio Espaillat, le dijo al Presidente que el gas natural no era rentable por lo costoso de su inversión inicial, que ronda los RD$32 millones. Esta opinión fue apoyada, en parte, por Arturo Santana, de Propagas.
A seguidas, Fernández dijo sentirse "estupefacto" porque hasta ayer ningún empresario había hecho tal crítica. "Pongámonos de acuerdo en qué es lo que hay que hacer para que esto funcione y démonos un plazo para que funcione, y si ustedes consideran que no es rentable, entonces entreguen su licencia, que buscaremos gente que considere que sí es rentable, porque no puede ser así", afirmó.
Aseguró que este combustible alternativo es el único que permite mitigar el impacto de la volatilidad de los precios internacionales de los combustibles y que el Gobierno está interesado en dar facilidades con la banca.
Dicho esto, los empresarios cambiaron su discurso. Dejaron de quejarse por las trabas y lentitud del proceso de obtención de los permisos para la instalación del gas natural, e hicieron anuncios de las bombas que abrirán en los próximos meses, a cuantificar las inversiones que sus compañías han hecho y a alabar la iniciativa del gobierno.
Aprovecharon para pedir incentivos y reducción de impuestos por lo menos por seis meses para aumentar hasta a siete mil las flotillas que se transformen a gas natural.
El Gobierno concluyó que la meta es transformar 20 mil vehículos del transporte público a gas natural para un desmonte progresivo del Bonogas. Se habla de entre 2,500 a 3,500 los automóviles que han cambiado al sistema.
Por: Mariela Majía
